El Abuelo

Niño hipnotizado
Originally uploaded by morrissey.

Me asustó el ruido que me despertó y me quedé así como ¡pa!, tiezo debajo de las frazadas.
Me asusté, me asusté en serio y bajé de mi camarote con las piernas tiritando, me puse mis pantuflas y salí en busca de mi mamá.
Fui en puntillas - como siempre lo hago para asustarla - y mientras entraba la cocina a mi campo visual, pude ver unos platos rotos sobre el suelo y escuché que mi mamá lloraba. Me asusté, me asusté mucho pensando que le había pasado algo y mi broma para asustarla se había terminado.
El problema era que yo no la veía y solo la escuchaba, pero cuando entré a la cocina la encontré hablando por teléfono, llorando con no sé quién. Me quedé helado mirándola, esperando a que me dijera algo, pero no aguanté y la abrazé. Ahí comprendí que lo que sucedía no podía ser tan malo porque reía y lloraba, lloraba y reía mientras me acariciaba la cabeza.
Cortó la llamada, se agachó, me miró a los ojos y me dijo que no me preocupara, que mami estaba bien porque estaba alegre. Algo bueno estaría por pasar.
Y me pasé horas preguntándole que era eso bueno y no me quizo contestar, hasta que por la tarde supe que era aquello tan fantástico, tan bakán.
La vi llorar mientras veía televisión; la vi así en la tarde y más en la noche; le pregunté que era y me dijo que aquel señor, apuntanto al televisor donde un abuelito apenas se movia trataba de levantarse de un sillón, pronto se iría y que ella estaría feliz, puesto que un tío, que yo nunca supe que tenía hasta entonces, ya no estaba aquí por culpa de él.
Entonces yo le pregunté a mi mamá que a dónde se había ido mi tío, y a donde se iría tal abuelito, y ella me dijo algo que nunca se me iba a olvidar:
Creeme, hijo, que ese abuelito dudo mucho que llegue a donde está tu tío.

En el cielo.