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Entre Imaginarios y Realidades

viernes, marzo 24, 2006

¿Por qué...?

¿Por qué me tuve que detener cuando pasaste?, ¿por qué a oírte, asimilarte?

¿Por qué te recuerdo cerca si nunca lo has estado? (creo que es porque yo así lo quisiera)
¿Por qué no puedo obviarte? -¿Y qué haces en mis sueños?-.
¿Por qué eres tú y no otra?
¿Por qué no me notas?
¿Por qué tú y tus temas?
¿Por qué no me asombra?
¿Por qué el silencio?
¿Por qué los momentos?

lunes, marzo 20, 2006

De fiebres y silencio

Sufrí grandes pandemias mentales,

fui exiliado brutalmente de otra vida para hoy toparme con otra que eclipsó tiempos pretéritos en donde el “nosotros” tenía más peso que un “yo sólo”, de ese solo que es con acento, que es de soledad, oscuridad y muchos sueños del cual aún no salgo, quizás por miedo a encarar mis miedos, así como el temor a perderte a pesar de que aún no te tengo.

Hoy, por cobardía visceral, no te hablo ni me acerco y es por eso que absurdamente sufro de fiebre por tu silencio la cual sólo calman los sabores de mis sueños y los matices- magníficos colores- de tu voz que algún día espero oír de cerca, tan cerca que mis temores y enfermedades hallarán su fin…porque sé que en ese momento- sí, justo ahí- seré sanado.

20 de Marzo 2006

Testimonios

Noté, hace unos meses, que con tu ausencia el silencio se oía más fuerte y no encontré nada mejor que escribirte para aplacarlo.

Comencé llenando aquel vacío con frases fofas, aunque sinceras, que salían de mi puño y letra; metros y metros de palabras eran vaciados velozmente sobre servilletas, folletos (¡Hasta boletas!) y todos esperan su turno de ser revelados en un cajón en donde mantengo uno y mil tipos de colores, papeles y emociones…En sí una rara colección de descritas sensaciones que creo nunca conocerá a quien nutre tanto a mis memorias como a mis palabras.

Pero aún así le escribo al presente y al futuro, a lo que ocurre y nunca pasará aunque en realidad es a ti a quién yo escribo y dedico estas líneas las que de estar leyendo ahora, deducirías están ahí guardadas en las sombras de un cajón que contiene el testimonio de los días en los cuales deambulabas por mi mente y que cayeron libremente sobre agendas, cuadernos y cartón…y ahí esperan tu llegada, silentes y sosegados, en mis rincones de papel.

17 de Marzo de 2006

domingo, marzo 12, 2006

Bosquejo

Hace unos días me descubrí tratando de recordar tu rostro.

Lo más razonable a entender es que quizás ya se me esté olvidando el cómo era; trato de concentrarme en las líneas de tu boca, sus sombras y comisuras y reproduzco en mi cabeza- y de mala forma- tu risa de tonos fuertes cuyo eco se escucha claro en mis sueños en los momentos en que insulta la penumbra de sus escenas.

Noche tras noche, de forma constante y poco provechosa, me concentro en ubicar tu rostro, sus rasgos, entre miles de recuerdos para poder dibujarlo (no sé por qué quiero hacerlo) y el punto -claramente- es que no puedo.
No puedo por que me falta un detalle, por que no tuve las pelotas de observar, asimilar, registrar en mi memoria las líneas que dan cuerpo a tus ojos ni el calor de tus pupilas y es que ese miedo a contemplarte-por temor, vergüenza, ¡Qué se yo!- boicotea de forma canalla mi bosquejo, en el cual de seguro tus ojos , bellos ojos que juraría haber visto una vez reír al mismo tiempo que tú lo haces, no tendrán cabida por que, lisa y llanamente, no me atreví a verlos, pero te prometo que el día en que lo haga comenzaré a trazar las sombras y reflejos de tu perfil que más que retrato, son versos de poesía.