.comment-link {margin-left:.6em;}

Entre Imaginarios y Realidades

martes, mayo 16, 2006

La Disciplina de las palabras.


Con palabras soy capaz de hablar del mundo, pintar nuevas canciones, decorar malos humores, describir lo que quisiera.

Podría, como ejemplo, con consonantes y vocales constituir la palabra "imposible”, pero deletreo sin querer tu nombre, que es sinónimo de mutismo, silencio.

Y así sin disciplina mi cabeza insulta al diccionario y cambia a raja tabla algunas de sus definiciones.

Cómo por ejemplo la palabra "silencio" que ahora para mi es negra, oscura como un lapsus moribundo, eterno como el tiempo de la espera en el cual tu ausencia incomoda al aire, y frío como la omisión misma a mi presencia que nunca miras, que nunca oyes, que no recuerdas..Que ya olvidas.

Y es cierto esto por que todo es más frío mientras oigo el ruido de tu ensordecedor mutismo.

Todo es más distante y remoto...omites mis palabras (como a un paréntesis ajeno)...y te quedas allá lejos, bien lejos, como un punto a parte, lejos de mis letras, oraciones y bosquejos.

domingo, mayo 14, 2006

...Quizás...


Quizás mi verano sin tus gestos ni palabras sea duro invierno.

Quizás, esté en lo correcto.

Quizás estoy ciego y de puro necio no veo en realidad (que quizás) no me necesitas, nunca lo hiciste, ni menos lo harás.

Quizás, todo sea mentira...quizás yo no sepa -ni supe- leer tus mensajes..quizás quiera expatriarte de mi memoria.

Quizás me odies, te escondas...me extrañes.

Quizás hablemos, me olvides o regales más silencios.

Quizás mis palabras te ofendieron- que gran error, ellas nunca eso quisieron-, y todo esta sea un error honesto.

Y en verdad aquí espero tu respuesta, quizás alegre, quizás muy triste...todo esta ya hecho.



miércoles, mayo 10, 2006

Se me están yendo las fuerzas.

No esperaba hoy encontrar a mis palabras estancadas en indiferencia; me tomó más de un silencio escribir estas.

Así tal cual como suena- y no puede ser de otra manera-, esta nota reúna los escasos, quizás últimos momentos de mis gestos y emociones que en palabras, verso, prosa, sueños y utopías, traté de moldear de la mejor forma en mil textos que se oían como el libreto de mi conciencia.

Pero aun así ya no fluyen como antes y veo que con cada sol, con cada luna, noche y momentos de locura, el peso que estas tienen cae como yo caigo, como el peso negro del silencio que me regalas.

Y cae todo no por mera ruina, sino por que veo que mis gestos y palabras ya no suenan como antes; porque esperan gestos de tu parte que las doten de colores y porque mueren hacinadas en los fondos del olvido.

¿Acaso hoy mis escritos mueren solos?

¿Acaso ya no dan vida?

¿Acaso los leíste?

¿Acaso me entendiste?

¿Crees que el silencio arregla toda disyuntiva?

¿O jurarás que esto no te afecta?

Ya no estoy para sutilezas, para explicar lo que me pasa...se me escapan las palabras...se me están yendo las fuerzas...

domingo, mayo 07, 2006

Hace frío en esta vida

Quizás pensar ya no sea lo indicado frente a este tipo de problemas.

Cuando el viento cesa y sólo siento el eco de tus palabras me doy cuenta que debería haberlas saboreado y no analizado, como lo hice a cabalidad.

Quizás por miedo a no errar de entrada idee una estrategia que fue tanto aire como el que recién se acaba de calmar.

Tal vez- mejor decir, "fue así"- me restringí en palabras y module silencios que sólo pensaba eran pasajeros, para así obviarte quizás con el motivo de expatriarte de mis sueños y emociones.

Pero meses para olvidarte no valen tanto como un minuto oyendo tus palabras; el punto es que en realidad no hay conversaciones ni emociones que tilden de calor un poco mis momentos de cordura; por eso puedo decir que hace frío en esta vida.


lunes, mayo 01, 2006

Un ( ) paréntesis en mi historia.

Por un año y un puñado de días, este espacio, ha sido el lugar donde decantan pensamientos, visiones y sueños.

Durante este tiempo [368 días para ser precisos] (un paréntesis es la mejor forma de resumir tal período), mis canciones han cambiado, aprendí a expresar olvido, comencé a creer de nuevo, escribí kilómetros de prosas: centímetros de indiferencia, metros de asombro, kilómetros de locura.

Comprendí que soy más silencio que palabra y más análisis que determinación y es cierto que sólo escribo y poco hablo, por temor a que lo dicho no sea más que una vil acotación.

Por que busco ser un buen paréntesis en tu vida (amo los paréntesis); más que un comentario, un momento, una ocasión, yo persigo ser el sujeto de tus oraciones, la nueva tinta de un destino que dice “juntos”, que es muy distinto al que hace meses la afonía de mi memoria obligaba a escribir sus crónicas de frío, ausencia y dolor.

Y es verdad que hoy, sin a penas conocerte {o al menos eso creo yo}, aun tengo la [estúpida] necesidad de hacerlo, al menos intentarlo; pero no es algo que yo pueda hacer solo, necesito ayuda, la tuya y es por eso que te pido me dejes hacer un par de cosas antes:


1. Déjame acercarme, cerrar mis ojos y recordarte de memoria.
2. Déjame convertirte en la paisajista de mis sueños
3. Déjame convertirme en un perito de tu existencia.

Y todo esto por que con un manojo de tu palabras más un poco de tu risa, un minuto de silencio, dos de conversación, tres de atención y cuatro [más quisiera yo] de tu compañía, me obligan a recordarte y a imponerme esa necesidad [inexplicable] de extrañarte, soñarte.

Pero sin palabras no hay más nada que las ganas de toparme nuevamente contigo [que sea algo casual] y descubrir de una vez por todas si podemos ser cómplices en la autoría de nuevas memorias que relaten, al menos, lo acontecido en un paréntesis de vida...

Acompáñame a contar estrellas, a vivir el presente, a esculpir futuro.

Sigue mis silencios cuando ya no haya palabras.

Comprende mis lecturas, mi mutismo; leamos gestos y emociones (¡Valen más que mil palabras!).

Cédeme un lugar en tu repertorio de palabras, mientras yo aumento el cupo que ya tienes en las mías. Dame aire, luz, cordura, que yo seré feliz cuando abrace el calor que tu cobijas.

Procúrame al menos un minuto de locura cuando hablemos y veamos la realidad (que al menos, sabemos, es una).

Déjame en realidad darte a entender que (sí, es cierto) me gustas.