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Entre Imaginarios y Realidades

jueves, enero 21, 2010

No fue necesario pensarlo

No fue necesario pensarlo ni concentrarme en buscar alguna idea o alguna salida. Me pilló con la guardia baja y no dio aviso de acometida y con eso embistió mi cara, mi pecho y luego todo se hizo mas sereno.
Siempre pensé que sería una decisión formada y que tendría que literalmente decidir en qué momento y lugar sucedería.
La “olvidé”
O más bien dicho, sus recuerdos ya no me saben como lo hacían antes, ya no generan nada conmovedor, ya no me asaltan cada día, ya no atormenta su ausencia ni la distancia.  
“What’s done, it’s done.”… y lo dije sin remordimiento alguno, sin arañar las sonrisas y los compromisos deslavados, desdibujados por la torpeza de la memoria y mi instinto de supervivencia.
Me detuve, porque extrañamente esto ocurrió mientras caminaba: Caminé, lo pensé, me detuve; el mundo no se partió ni el cielo se fue a negro. Lo sentí, me sorprendí y luego di el primer paso sin titubear, sin temores porque caminar sin esa carga, caminar solo con mi sombra nunca me pareció tan tranquilo.
Volví la vista al camino que recién había recorrido: sus ecos ya no resonaban en las esquinas, el calor de sus abrazos ya no lo veía en la sonrisa de los niños y ya no estaban sus manos, ni las finas líneas de su espalda…
Qué difícil es dejar ir algo que por años te acompañaba y que valiente el tomar la decisión de caminar al final solo, porque es dejar ir un sueño, es aniquilar la opción de luchar por alguien o algo como nunca lo harías.
Es como si el mar no batiera más sus olas y no volviera sobre las arenas haciendo que su dinamismo se convirtiera en la calma superficie de un inconmensurable lago…pero, las olas vuelven, el mar se agita y nunca alcanza a la playa hasta donde quisiera, pero  nunca deja de hacerlo, no se cansa ni doblega. No abandona su sueño. No se queja. Siempre lucha.
Hoy, para mi, esas olas ya no tienen sentido.
No más lucha.
Abandono la idea de arribar a un puerto que consideraba mío.
¿Por qué ahora? ¿Por qué no antes? – se preguntarán.
No me culpen.
Que cuando el corazón elige y hace que palpite más fuerte con esos recuerdos que tanto aprecia, basta dejar que el mismo considere que ya es tiempo de latir mejor  por otros vientos, por otros motivos.
El mío, hoy,  late tranquilo.
Pero ¿Qué pasara cuando nos encontremos?
¿Cómo latirá el tuyo?

¿Cómo latirá el mío?
Lo único que puedo decir es que si el mío late mas fuerte, es porque  todavía tiene  algo que decirte.