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Entre Imaginarios y Realidades

martes, julio 25, 2006

Opuestos

Eres tú mi antípoda, el negativo de mi imagen
y yo, lo contrario a tu mutismo.
Quise tu inteligencia, soñaba con poseer tu voluntad,
pero te juro que la sinceridad que poseo
y la confianza que puedo depositar en el resto,
son impagables en comparación al silencio
y a la duda que conmigo cultivaste.
Lejos estas- no me ufano de aquello-
mas debo decir que no en vano la distancia
y el tiempo me darán las fuerzas para hacer lo que tenga que hacer:
renacer.

lunes, julio 24, 2006

Una Cuestión de Olvido

Lograr que me hubieras visto desde tu patria haría que mi vida fuera menos mentiras y más verdades.

Habernos visto sin la necesidad de tapujos,
decir por ejemplo,
"saber que me ves, saber que te miro"
hubiera sido un acierto a la vida.

Los nexos, las conexiones que nunca existieron entre tu realidad y la idealización de tenerte me atormentaron en tiempos pasados cuando en realidad lo único que nos conectaba era una oscura luz; para ti de omisión, para mí de incertidumbre.

Luz que hoy tanto me ciega y que ya no me permite ver los rasgos de esos labios que sé miré siempre cada vez que hablabas, mientras yo callaba y agradecía al Olimpo esos segundos de regocijo.

Hoy, las situaciones son más de frío de olvido que del calor de los recuerdos y es por eso que debo responder una pregunta (y quizás tú también deberías), para quizás entender por qué otros pueden mientras que yo, yo no olvido:

¿Cuántas veces debe caer nuestra razón, cuántas romperse un corazón para recién entender que algo es importante o cuándo debe esto lanzarse al olvido?



Yo, ya perdí la cuenta.

domingo, julio 23, 2006

De miedos e incertidumbre

Creo que la peor parte de temer es la de descubrir que la incertidumbre es más fuerte que nuestra voluntad; sentir que no se puede controlar la situación, o peor, que ya no hay alternativa que seguir y aunque realicemos nuestro mejor esfuerzo no sea este suficiente.
A la incertidumbre, prima hermana de la duda, a veces puedes quererla, otras odiarla o arriesgarte a enfrentarla. Sin ella todo sería monotonía y las palabras "riesgos" y su respetiva "prevención" no estarían en el diccionario.
La incertidumbre genera miedo y son pocos los valientes quienes deciden tomar el camino que ésta les ofrece, aunque no son pocos los que hacen caso omiso de ella, quizás perdiendo oportunidades o por simple prudencia.
Así nos movemos en la vida; somos en la incertidumbre y es ella la esencia de nuestras acciones, nos mueve de nuestras inestables comodidades y nos obliga a reaccionar, cambiando la estrategia con la que vivíamos hasta ese momento.

...Y la complejidad se ve venir cuando el miedo nos ataca y no nos permite razonar, cuando la incertidumbre devora toda opción y nos acorrala por completo. Eso, eso es miedo: algo que es personal e intransferible, sustancia de toda derrota,

de toda caída,

de todo olvido.

¿Qué sería de la vida sin incertidumbre, miedos e incomodidades?

Silencio...nada más que eso.





miércoles, julio 05, 2006

¿Quién me podría explicar?

¿Quién puede quererte
sin siquiera conocerte,
mirarte o retenerte en la memoria?

¿Cómo alguien podría quererte si solo callas,
existiendo en el precario recuerdo acompañado de palabras,
en momentos que la memoria descongela
cada vez que hay silencio
porque ahí es cuando hablas y cuando uno calla
con el afán de oírte, aunque sea sí,
como de lejos, como en sueños?

¿Quién podría extrañarte
si tú al parecer no extrañas
y pareces lejana,
dispuesta a olvidarte
de todo aquel que no duerma
por recordar tus palabras?

¿Cómo pude quererte?

¿Cómo pude extrañarte?
¿Cómo pude escribirte?

¿Cómo puedo olvidarte?