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Entre Imaginarios y Realidades

viernes, octubre 27, 2006

Sangre, sudor y lágrimas...

¿Si en algún rincón decidiste dejar postrada tu alma, estarán con ella los dolores de tus entrañas, las penas del pasado las yagas de tu manos?
¿Por esencia, entonces ya no serías humano?
¿Podrías sentir?
¿Vivir?
¿O es que no habría más sudor...ya no habría más lágrimas?

¿y la sangre, qué pasaría con la sangre?

No podrías desterrarla de tu cuerpo, aunque esté plagada de silencios, auscencias y nostalgia.
Lo triste, y no te quedaría otra, es que tendrías que aprender a vivir con ella.


Y créanme, no es cosa fácil...

Afuera llueve...

Si, afuera llueve
y recuerdo esos labios
que hoy casi olvido
y el color de esos besos
que hoy están extintos.
Recuerdo, por ejemplo,
el abrazo que hoy quiero como antes quize
y la lluvia allá afuera me recuerda
que quizás lo hago por que solo hace frío
o por qué solo estoy
o porque ya no te tengo.

Si, quizás recuerde
porque ya no lo hago como antes,
o porque quizás no quisiera olvidarte.

Pero, ¿Cómo olvidar si necesito recordar?

Tal vez, con el tiempo mi memoria
se ablandará un poco y comienze
a olvidar alguna que otra circuntancia
y me costará recordar algo
que en complicidad hayamos hecho.

Pero no me pidan que olvide
los abrazos ni los besos;
mi piel no tiene amnesia.

Fotografia: http://www.flickr.com/photos/untaljuan/242457763/

domingo, octubre 15, 2006

Me marcho, me quedo.

Te digo mentiras, te saco verdades;
que me voy, mañana que vengo.

Ven que te abrazo,
que quisiera tenerte,
y te digo "me marcho"
y te quedas silente;
me dices "me importas",
me quedo, te espero.

Te ví en mi cama,
te escuché en mis sueños;
difusa y extraña,
tanto así,
que hoy casi no te recuerdo.


viernes, octubre 13, 2006

Silencio (silence)


Silencio (silence)
Originally uploaded by Francisco Abadal.
Nausea de silencio,
que me callo,
me arrepiento,
que como esas palabras
y ahora escribo en estos textos.

Calambre a la cordura
siento indicios de mejora:
se corrigen mis dilemas,
mientras teorizo la distancia
que aleja nuestras risas
y ahí estas como lejos
tú en tu patria y yo en la mía.

Tengo hambre sin tus gestos,
apetito por tus besos,
ansias de tenerte,
mientras recuerdo tus abrazos
que entibiaban mis mañanas
y hoy siento frío por tu ausencia,
tanto así que mi verano es duro invierno,
y se congelan mis palabras
y me veo cojo de prosa y verso,
porque por mi invalidez para expresarme
ya no existen los “te quiero”,
se acabaron los “te amo”,
ya no digo "hoy te llamo":
hoy solo pienso que "te extraño".

Y no es que no quiera hablar,
ni menos que esté a dieta de silencios;
simplemente tú te los llevaste lejos,
a sideral distancia,
como la que existe entre
nuestras bocas que ya no hablan,
que ya no son cómplices
de algún otro beso.

La tuya calla, la mía espera
¿Otro beso?
No. Tus palabras.